BICENTENARIO DEL CONGRESO ANFICTIÓNICO
22 de junio de 1826-22 de junio de 2026.
ANTECEDENTES:
CONVOCATORIA DE SIMÓN BOLÍVAR AL CONGRESO DE PANAMÁ
07/12/1824
Por: Franklin Ledezma Candanedo*
Fechas que merecen una celebración a la altura del grandioso sueño del Libertador
El 7 de diciembre de 1824, desde Lima, Simón Bolívar invitó a los Gobiernos de Colombia, México, Río de la Plata, Chile y Guatemala, a formar el Congreso de Panamá. En ese histórico documento expresó.
“Profundamente penetrado de estas ideas invité en ochocientos veintidós, como presidente de la República de Colombia, a los Gobiernos de México, Perú, Chile y Buenos Aires, para que formásemos una confederación, y reuniésemos en el Istmo de Panamá u otro punto elegible a pluralidad, una asamblea de plenipotenciarios de cada Estado que nos sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades, y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias.
La nota concluyó con el siguiente pensamiento:
“El día que nuestros plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se fijará en la historia diplomática de América una época inmortal. Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen de nuestro derecho público, y recuerden los pactos que consolidaron su destino, registrarán con respeto los protocolos del Istmo. En él, encontrarán el plan de las primeras alianzas, que trazará la marcha de nuestras relaciones con el universo. ¿Qué será entonces el Istmo de Corinto comparado con el de Panamá? Dios guarde a V. E. Vuestro grande y buen amigo”.
La Revolución Independentista:
La lucha por la unión de todas las antiguas colonias españolas, se convierte en uno de los fundamentos de la Revolución Independentista, que comienza en Venezuela y América, un memorable 19 de abril de 1810. Es así como, inspirado por las ideas de Miranda, Bolívar propone por primera vez la lucha desde la Unidad Americana, en sus escritos publicados en el diario inglés The Morning Chronicle, a finales de ese año.
Tiempo después, ya convertido en uno de los jefes de la causa patriota, en el manifiesto, que escribe desde Cartagena en 1812, una vez perdida la primera República venezolana, Bolívar propone la unión de Venezuela y la Nueva Granada, para consolidar un frente común contra el enemigo. Esta fórmula resulta ser exitosa y da la victoria a la Campaña Admirable, que lo hace el Libertador en 1813.
Cuando la República cae nuevamente al año siguiente, Bolívar está de regreso en las tierras neogranadinas y en una proclama a los soldados venezolanos, que están apostados en Pamplona, sintetiza la esencia de un pensamiento de avanzada, que se convertirá en una doctrina geopolítica de gran vigencia actual, cuando el afirma, el 12 de noviembre de 1814: “Para nosotros, la Patria es la América; nuestros enemigos, los españoles; nuestra enseñanza, la Independencia y la Libertad.”
Fue en la Carta de Jamaica de 1815, donde Bolívar esboza por primera vez, la propuesta del Congreso que se reuniría en Panamá once años más tarde. En este célebre documento, que constituye un profundo análisis de situación de la emancipación americana y su futuro desarrollo, En este documento sostuvo:
“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse (…)”
La unión entre los pueblos hace posible que el Libertador organice dos expediciones navales en 1816, con el apoyo del presidente de la Primera República de Nuestra América, el líder haitiano Alejandro Petión. Al año siguiente las fuerzas patriotas, fortalecidas y bajo el comando de Bolívar, toman la ciudad de Angostura, una plaza fuerte que constituirá el epicentro de las acciones de los republicanos.
En carta del 12 de junio de 1818, Bolívar le dice a Juan Martín Pueyrredón, Director de las Provincias Unidas del Río de la Plata: “… nosotros nos apresuraremos, con el más vivo interés, a entablar, por nuestra parte, el pacto americano, que presente la América al mundo con un aspecto de majestad y grandeza sin ejemplo en las naciones antiguas. La América así unida, si el cielo nos concede este deseado voto, podrá llamarse la reina de las naciones, y la madre de las repúblicas. Una sola debe ser la patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad.”
La Unidad se convirtió en uno de los temas centrales del Discurso que el Libertador da a los miembros del Congreso reunido en Angostura, el 15 de febrero de 1819. En esa oportunidad, presenta un proyecto de Constitución, que se fundamenta en la garantía de la igualdad establecida y practicada, la educación popular, la abolición de la esclavitud y, en definitiva, la mayor suma de felicidad posible para el pueblo.
Es necesario recordar que la gran República de Colombia nació tras la campaña militar que libera a la Nueva Granada en 1819 y la posterior promulgación de la Ley Fundamental, a finales de ese mismo año.
En 1820 la Unión Colombiana, alcanza una representativa victoria diplomática, cuando suscribe con el reino español, los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, que son referentes del Derecho Público Americano y el Derecho Internacional Humanitario. En este proceso, Colombia es reconocida de facto como una nación Independiente, lo que significa, aún en la actualidad, un magnífico logro de la política unitaria encabezada por el Libertador.
En 1820 la Unión Colombiana, alcanza una representativa victoria diplomática, cuando suscribe con el reino español, los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, que son referentes del Derecho Público Americano y el Derecho Internacional Humanitario. En este proceso, Colombia es reconocida de facto como una nación Independiente, lo que significa, aún en la actualidad, un magnífico logro de la política unitaria que encabeza el Libertador.
La aplastante derrota sufrida por el ejército de ocupación del rey Fernando VII en el Campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, no sólo abre la puerta para la liberación definitiva del sur del continente americano, sino además acerca la posibilidad de reunir a la Confederación de naciones, propuesta por el Bolívar seis años atrás.
En los siguientes cinco años la marcha de la Revolución Independentista será indetenible. Para 1822, las victorias en las batallas de Bomboná y Pichincha, marcan la Independencia de las ciudades de Quito y Guayaquil, y de todo el país que hoy conocemos como Ecuador. Al comienzos de ese año el Libertador, en un oficio que dirige al líder patriota chileno, Bernardo O’ Higgins, caracteriza el momento histórico que vive América y señala la misión que aún está por cumplirse: “De cuantas épocas señala la historia de las naciones americanas, ninguna es tan gloriosa como la presente, en que desprendidos los imperios del Nuevo Mundo de las cadenas que desde el otro hemisferio les había echado la cruel España, han recobrado su libertad, dándose una existencia nacional. Pero el gran día de la América no ha llegado. Hemos expulsado a nuestros opresores, roto las tablas de sus leyes tiránicas, y fundado instituciones legítimas: más todavía nos falta poner el fundamento del pacto social, que debe formar de este mundo una nación de Repúblicas.”
También durante ese año de 1822, la República de Colombia, fija otro precedente de gran importancia, con la firma los pactos de Unión, Liga y Confederación que se suscriben con Perú, Chile, México y Centroamérica. A medida que avanzan las tropas del Ejército Libertador, América va encontrándose, tomando como fundamentos el respeto entre iguales, la defensa de la soberanía y la solidaridad de los pueblos.
Al año siguiente con las batallas en el Lago de Maracaibo y Pasto, los patriotas acaban con los últimos reductos españoles en el territorio colombiano. En este contexto, Bolívar analiza una propuesta de Confederación Americana que ha llegado a Buenos Aires, a través de Lisboa. Este plan contempla la participación de los ingleses y los norteamericanos, como una forma velada de intervenir, utilizando como exclusa, el temor al avance de la Santa Alianza europea.
El Libertador ve con recelo estas intenciones y así lo comenta en una carta que envía al revolucionario argentino Bernardo Monteagudo, que firma el 5 de agosto de 1823, donde apunta categóricamente: “Luego que la Inglaterra se ponga a la cabeza de esta liga seremos sus humildes servidores, porque formando una vez el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil. Todo bien considerado, tendremos tutores en la juventud, amos en la madurez y en la vejez seremos libertos.
Finalmente, en 1824 Bolívar convocó al Congreso Anfictiónico que se reuniría en Panamá dos años más tarde. Luego de la victoria en Junín y a dos días de la batalla de Ayacucho, que hará libre del reino español a Perú y dará nacimiento a Bolivia, el Libertador firma una comunicación que dirige a los gobiernos de las Repúblicas de Colombia, México, Río de la Plata, Chile y Guatemala. En este documento, afirma: “Después de quince años de sacrificios consagrados a la libertad de América por obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya que los intereses y las relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos.”
Bolívar cierra esta comunicación haciendo una valoración histórica de la reunión que está por acontecer: “El día que nuestros plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se fijará en la historia diplomática de América una época inmortal. Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen de nuestro derecho público y recuerde los pactos que consolidaron su destino, registrarán con respeto los protocolos del Istmo. En él encontrarán el plan de las primeras alianzas, que trazará la marcha de nuestras relaciones con el universo. ¿Qué será entonces del Istmo de Corinto comparado con el de Panamá?”
Instalación del Congreso Anfictiónico.
El Congreso Anfictiónico de Panamá se instaló el 22 de junio de 1826 y sesionó hasta el 15 de julio de 1826. Los países participantes suscribieron el Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua, que pone acento en temas como la defensa común, el mantenimiento de la amistad y la abolición de toda forma de esclavitud. Al finalizar las sesiones, sus actividades fueron diferidas y trasladadas a Tacubaya, México, pero nunca se reanudaron. Finalmente, este importante espacio, que fue pionero de las relaciones internacionales americanas, se disolvió en 1828.
Crónica de un fracaso.
La Doctrina Monroe.
El Congreso Anfictiónico fue una respuesta de Bolívar a las pretensiones de naciones hegemónicas de dominar la región, especialmente, de los Estados Unidos, que, en 1823, había proclamado la Doctrina Monroe.
En nuestro país es cruda realidad la vigencia de esa nefasta doctrina, de sus corolarios y del concepto de destino manifiesto, ya que, en el caso de Panamá, son 178 años de criminal intervencionismo (1846-2024).
Antecedentes fundamentales, sobre hechos que, desde siglos pasados han anulado toda posibilidad de unificar voluntades y esfuerzos, para romper cadenas ofensivas y opresoras, resabios coloniales y la vigencia del funesto y peligroso imperio hegemónico, quien considera a todos nuestros países como su patio trasero.
Grandioso sueño de Bolívar consistente en formar una gran confederación que uniera todas las antiguas colonias españolas de América. Recuérdese que el Libertador, el 5 de agosto de 1829, escribió en Guayaquil, una carta dirigida al coronel Patricio Campbell, considerada como profética, al plasmar la genialidad de hombre de tiempos adelantados, al visualizar la gran amenaza que significaba para los pueblos del sur, el imperio que nacía en los Estados Unidos. Así dejó escrito: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad”.
La obra “La verdad sobre los Estados Unidos”, escrita en 1894 por el apóstol y revolucionario cubano José Martí, revela la profunda visión del Héroe Nacional, sobre el naciente imperialismo estadounidense, cuyas ambiciones hegemónicas conoció tempranamente y condicionaron sus esfuerzos por alertar a los pueblos de nuestra América, para evitar que sus intenciones se materializaran, como efectivamente sigue concretando, con el apoyo de apátridas de todos lados.
Existencia de Santander traidores a lo largo y ancho de la Patria Grande.
Contrario al pensamiento y directrices del Libertador los Estados Unidos fue invitado por el vicepresidente de la Gran Colombia Francisco de Paula Santander, a la cita anfictiónica de 1826. Sus representantes viajaban con instrucciones de Henry Clay, secretario de Estado, donde les prohibía firmar todo tratado, convención o pacto, y expresa rechazar cualquier idea dirigida a la colectividad y, a la vez, ordena obtener toda clase de ventajas en cuanto a la libertad de comercio.
Patriotas de alcoba y papel.
Otro factor significativo que nos lleva a tener, en esta sustantiva materia un optimismo limitado, es la cómoda actitud de patriotas de alcoba y papel y/o progresistas de mentira, quienes con su actitud conformista e inacción le hacen el juego al belicoso imperio intervencionista y secuaces de todas partes, que siguen escribiendo la crónica negra sobre el fracaso del Congreso Anfictiónico.
Optimismo limitado.
En razón de los factores descritos, que convergieron para anular toda posibilidad de éxito del Congreso Anfictiónico, tenemos un optimismo limitado sobre la propuesta implícita que nos envió el pasado 21 de abril, en su mensaje el compañero, amigo y colega RAMÓN GARCÍA RODRÍGUEZ, Por eso y por mucho más, hacemos nuestras sus ideas sobre Bolívar y la magna anfictionía.
Por eso también, sustentamos el diáfano pensamiento del compañero y amigo Olmedo Beluche, progresista a tiempo completo, Licenciado y doctor en sociología, con maestría en estudios políticos, quien señaló el 14 de junio de 2021, en interesantísimo aporte periodístico:
“El Congreso Anfictiónico de Panamá fue, a la vez, la culminación del máximo sueño de Bolívar y el comienzo de su fracaso. Esta magna asamblea debía fundamentar una gran nación que, por extensión, población y riquezas naturales jugaría un papel de primer orden el mundo. Frente a la gran capacidad visionaria del Libertador, se opuso la cortedad de miras de oligarquías regionales de latifundistas y comerciantes supeditados a los capitalistas extranjeros”.
“Pero la aspiración legítima a la unidad latinoamericana, el “sueño” de Bolívar, no ha muerto, sigue presente y activo en la lucha de los oprimidos del continente, de sus clases trabajadoras. Ella ha sido la base de un antiimperialismo siempre presente en nuestros países”.
Un cordial saludo y adelante, siempre adelante, desde el Corinto Bolivariano: Panamá – indoame09-23/04/24.
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II.POR UN SEGUNDO CONGRESO ANFICTIÓNICO
PANAMÁ 2026.
Por: Ramón García Rodríguez y Franklin Ledezma Candanedo
A través del presente mensaje, con motivo del Bicentenario del Congreso Anfictiónico 2026, expresamos nuestros deseos de realizar los preparativos para recordar dignamente tan histórico Congreso
¿Cuál sería su objetivo central? Constituir en los hechos Nuestra América Integral.
Para ello se requiere de un Comité que prepare esta gran conmemoración.
Este Comité puede estar formado inicialmente por activistas que, al conocer la iniciativa, presenten sugerencias y deseos de integrarlo.
Como el Congreso Anfictiónico se inició el 22 de junio de 1826, en Panamá, para el 22 de junio del presente 2024 ya debería estar formado y organizado este Comité. El tiempo apremia.
MEDIDAS NECESARIAS:
- Los gobiernos de los países liberados por Bolívar (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), deberán asumir este gran reto, oficializando su disposición de hacerlo realidad y comunicándola al resto de los gobiernos indoamericanos
- En cada uno de esos cinco países, lo mismo que en los demás de la Patria Grande, deberán crearse Comités con la misión de organizar esa gran conmemoración.
- El Comité Central que se integre, deberá invitar formalmente a organismos mundiales y regionales existentes, al igual que a gobiernos amigos, para que participen en esta gran idea.
- En todos los países se deberá invitar a participar en esta formidable idea, de constituir en los hechos Nuestra América Integral, a las Asociaciones Bolivarianas, historiadores y grupos identificados con el pensamiento y realizaciones del Libertador, lo mismo que a los medios de comunicación social.
- Realizar congresos y/o reuniones previas de concienciación, para motivar la mayor participación colectiva, en esta gran idea.
- Confeccionar placas y monedas para promocionar esta gran conmemoración.
- Hacer una edición extraordinaria de los documentos fundamentales del Libertador.
- Difundir temas centrales acerca de nuestra realidad actual.
Estas son algunas ideas, que pueden ser ampliadas, para concretar la iniciativa de conmemorar dignamente el Bicentenario del Congreso Anfictiónico con un SEGUNDO CONGRESO ANFICTIÓNICO DE PANAMÁ.
Nota final:
Los suscritos estamos dispuestos a integrar tanto en Panamá como en Perú, junto con todos los interesados, un Comité que haga realidad esta gran iniciativa.
Firman:
-Franklin Ledezma Candanedo (Panamá) indoame09@gmail.com
-Ramón García Rodríguez (Perú) ragarro2002@gmail.com
Fecha: 09/05/25.